En los últimos meses, todas las miradas se han centrado en la pandemia mundial de COVID-19 y en la respuesta del mundo para proteger la vida humana. Los ciudadanos han estado en cuarentena durante meses, las empresas no esenciales han cerrado sus puertas y las empresas esenciales han cambiado sus prácticas para crear entornos más seguros para sus empleados. Aunque estos tiempos han sido difíciles, también han demostrado la capacidad de resistencia de nuestro mundo y lo que es posible cuando todos trabajamos juntos.
Miller Electric Company no es ajena a trabajar en condiciones poco ideales. Nuestro equipo de Recuperación de Desastres ha liderado los esfuerzos de socorro de huracanes para nuestros clientes durante los últimos 30 años. A pesar de lo peligroso y perturbador que puede ser un huracán, a menudo podemos predecir su trayectoria con antelación y preparar los suministros necesarios para mitigar las interrupciones. Una pandemia mundial, sin embargo, es mucho menos predecible y el mundo se vio obligado a adaptarse en un momento. Para nuestros clientes, especialmente en el ámbito sanitario, estos ajustes tuvieron que hacerse rápidamente en un esfuerzo por preservar la vida humana.
Cuando empezaron a aumentar los casos en Estados Unidos, los gobiernos locales empezaron a trabajar con hospitales y centros médicos para asegurarse de que podían prestar la atención necesaria a los pacientes que daban positivo en las pruebas del virus. En Jacksonville, trabajamos con el Baptist Hospital para ampliar su capacidad de camas en tres de sus instalaciones locales. En tan solo tres semanas, nuestros equipos instalaron 351 camas adicionales en los campus Downtown, South y Beach del Baptist. En colaboración con W.W. Gay, nuestros equipos trabajaron juntos y recurrieron a la prefabricación para agilizar el proceso, ya que los casos en el condado de Duval empezaron a aumentar.
En el Memorial Hospital, nuestros equipos instalaron tiendas de triaje temporales frente al servicio de urgencias que se utilizaron para realizar un cribado previo de los pacientes en busca del virus. Esto ayudó a limitar la propagación entre los visitantes de Urgencias y permitió al hospital asignar a los pacientes que llegaban a la planta correcta para mitigar la exposición del personal y los pacientes existentes.
Cuando los estados empezaron a imponer sus órdenes de "permanecer en casa", nuestros equipos mantuvieron su compromiso de servir a la infraestructura crítica de nuestros clientes. Nuestro personal de campo cambió sus rutinas normales para proteger al público usando máscaras, participando en los controles de temperatura obligatorios y practicando el distanciamiento social cuando era factible. Nuestros equipos de seguridad y recursos humanos trabajaron incansablemente para proporcionar a los miembros de nuestros equipos el EPP necesario para realizar sus tareas de forma segura, al tiempo que les proporcionaban recursos para garantizar que hacían todo lo posible para protegerse a sí mismos y a sus familias.
Los clientes a los que servimos a diario son responsables de las infraestructuras más críticas de nuestro país. Durante una crisis mundial, la continuidad de esos servicios es absolutamente esencial para nuestra nación y sus ciudadanos. Nunca nos tomaremos esa responsabilidad a la ligera. Nuestros empleados han demostrado que, incluso en tiempos difíciles, nuestro propósito sigue siendo el mismo, y no podríamos estar más orgullosos de su esfuerzo y compromiso con nuestros clientes y comunidades.