Cuando el mundo empezó a paralizarse en respuesta a la pandemia de 2020, nuestro equipo directivo de Miller vio la oportunidad de tranquilizar a nuestros empleados y conectar con ellos, a la vez que se intensificaban los esfuerzos para crear una mentalidad resiliente y de crecimiento en toda la empresa. Basándonos en el trabajo previo que habíamos realizado para abordar el bienestar personal y profesional de los empleados, creamos una clase virtual de 30 minutos para recordar a la gente sus propios puntos fuertes y su capacidad de recuperación, y para demostrar que podemos seguir conectados ante la presión y la incertidumbre extremas.
Los fundamentos de esta clase se basan en los trabajos de Nicholas Petrie y Derek Roger, Ph.D.coautoress de Trabajar sin estrés: Building a Resilient Mindset for Lasting Success. Para que la implantación tuviera éxito, los líderes de nuestra empresa completaron evaluaciones previas al trabajo de la empresa Challenge of Change, que ofrecían información sobre cómo reaccionan las personas en momentos de adversidad. Nuestra Directora de Aprendizaje se convirtió en administradora certificada de la evaluación, lo que le permitió impartir estas clases internamente y a algunos de nuestros clientes.
Inicialmente, nuestro reto era asegurarnos de que escuchábamos bien lo que nuestros empleados estaban experimentando en todo el país, y ofrecer una oportunidad para conectar. Lo hicimos con una aplicación de encuestas en línea que permitía a todos expresar sus preocupaciones personales de forma segura y anónima. A continuación, ofrecimos herramientas basadas en pruebas, como prestar atención a nuestros pensamientos negativos, centrarnos en lo que podemos controlar en lugar de en lo que no, y aprender a desprendernos y dejar ir.
Creemos que nuestra cultura de corresponsabilidad es lo que nos diferencia en el mercado: nos motiva cuidar de la empresa y dejarla mejor para las generaciones futuras, como hicieron nuestros predecesores por nosotros durante los últimos 92 años. Una forma de hacerlo es creando juntos una "Organización del Aprendizaje", en la que nos centramos en el crecimiento personal y profesional y hablamos habitualmente de nuestro bienestar mental, emocional, físico y espiritual. Esta base ha permitido a nuestros empleados abrirse a esta perspectiva de cambio de paradigma, que contradice creencias arraigadas sobre el estrés y la resiliencia. Muchas empresas de nuestro sector aceptan el estrés como una parte normal de la vida laboral y personal. Nuestra gente en Miller está liderando el camino de la aceptación del hecho de que el estrés conduce a vidas más cortas, miserables y menos productivas y que, eliminándolo, tendremos vidas más largas, sanas, felices y productivas.